Hoy es mi décimo día a dieta y si ya es duro hacerla en tu día a día habitual, he de decir que cuesta mucho más cuando estás de vacaciones. Ver como los demás comen ensaladilla rusa hoy va a ser una pesadilla. Yo, tengo brécol mal aliñado y poco más. Creo que he entrado en cetósis y no he orinado sobre una tira reactiva para ratificarlo, pero me noto un sabor de boca muy amargo y que no se va por más que me lave los dientes. Llevaba mejor este proceso cuando tenía que trabajar y estaba tan ocupada que no había tiempo para pensar tanto. Empieza una a desvariar y a entrar en paranoias tales como "si en 15 días bajo X kg, de aquí a septiembre bajaré X+Y"... Y no me puedo permitir caer en estas paranoias psicológicamente negativas. Se supone que con todo lo que me sobra, tendré para mucho tiempo a dieta como para estar planteándome estas tonterías en mi décimo día. Se lleva mal lo de no comer nada que te gusta y he de decir que los sobres estos son una porquería, podían haberlos "logrado" un poco más en sabor y variedad (sobre todo salada, que a mi el dulce no me apasiona y necesito comer algo con un poco de "fundamento"). Lo bueno de estar de vacaciones es que aquí sólo hay una báscula y sin pilas, así que como si no la hubiese. Esta noche, soñé con pinchos de calamares y de tortilla de patata, de bonito con mahonesa y carne con pimientos, mmm. Me desperté aliviada al saber que sólo era un sueño y sigo con motivación plena en estado ON. Seguiré informando...
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